Alejandro Toledo busca por todos los medios y con todos los argumentos posibles recuperar su libertad en Estados Unidos. El exmandatario propuso esta vez al juez Thomas Hixson pagar US$1 millón de fianza a cambio de ser excarcelado.
Su abogado público, Steven G. Kalar, explicó a través de un oficio del 6 de setiembre, al que accedió Perú21, que el desembolso se concretará con dinero en efectivo y dos propiedades, en caso de que su patrocinado incumpla su promesa y huya del país.
Según Kalar, los bienes pertenecen a “amigos muy cercanos” del expresidente peruano a quienes conocería desde hace 50 años. Aseguró que esas personas “saben de las consecuencias” que recaerían sobre ellos si Toledo escapa. Es decir, perderían sus viviendas.
“La huida del Dr. Toledo no solo dañaría la vida de sus amigos financieramente, sería una traición a su amistad y correría el riesgo de manchar públicamente las reputaciones de ellos”, alegó.
El letrado sostuvo también que el exjefe de Estado no tiene más vínculos con otros países además de Perú y EE.UU.; que la vigencia de su pasaporte ha expirado; que existe una alerta roja de Interpol que se activaría en cualquier parte del mundo si él huye; y que su defendido está dispuesto a usar un grillete con GPS para que las autoridades conozcan en tiempo real su paradero.
Pero la fiscal Elise LaPunzina adujo que las propiedades ofrecidas no representan una pérdida significativa para Martin Carnoy, Andrea Neves, Eric Bredo y Larry Diamond –los amigos de Toledo– si el exmandatario escapa de EE.UU.
LaPunzina insistió en que Toledo pone en riesgo el proceso de extradición a Perú si es liberado.